Experiencias Sobrenaturales en hotel

EXPERIENCIAS SOBRENATURALES EN HOTEL

Todo ocurrió hace un par de años mientras cursaba la preparatoria, mi familia pensó que ya era hora de que me hiciera más responsable, por ese motivo Mi madre me consiguió un empleo como recepcionista en un hotel ubicado por el parque “5 de mayo”, Realmente no me sentía entusiasmado con el empleo ya que tenía un horario de 3:00 p.m. a 22:00 p.m., prácticamente perdía toda mi tarde encerrado en la recepción, todo transcurrió de forma normal el primer mes, cabe destacar que empecé a trabajar en el mes de octubre y la primera experiencia sucedió el día 1° de Noviembre.



Entre como siempre entre a mi turno en la hora ya señalada, todo transcurría de forma normal hasta alrededor de las seis de la tarde, una pareja ingreso al hotel pidiendo un cuarto y antes de asignarles uno siempre se tiene que llenar un pequeño formulario, como en todo hotel, pagaron por adelantado y subieron al segundo piso mientras subían me pude percatar que detrás de ellos iba una niña de tal vez de 3 o 4 años de edad, se me hizo un poco extraño ya que mientras se registraban no vi ninguna niña y en la hoja de registro tampoco estaba señalado que una niña los acompañaba, en ese momento solo me podía quedar con la duda y bromear un poco con mi astigmatismo para mis adentros, pasaron las horas y alrededor de las 9 de la noche la pareja bajo hacia la recepción, para mi sorpresa iban sin la niña.



El caballero me dijo que volverían en un rato ya que irían a cenar, por lo que dejaron la llave de la habitación, en ese momento se me hizo muy raro que siendo los padres de la niña decidieran dejar en la habitación a una niña tan pequeña, tarde unos segundos en procesar una explicación y a la única que pude llegar, es que la niña estaba dormida y tal vez ellos no tardarían por lo que “decidieron dejarla dormir”, aunque por mi cabeza no deja de rondar la idea que era un poco irresponsable dejar a una niña de esa edad sola en un cuarto de hotel.

¿Qué pasaría si la niña se despertaba y no encontraba a nadie? Era lógico que rompería a llorar.

Por mi cabeza rondaban ideas raras y la preocupación me invadía ya que mi turno estaba a punto de terminar y los huéspedes aun no regresaban, faltando tan solo 10 minutos para que mi turno terminara recibo una llamada de mi jefe para comunicarme que tendría que doblar el turno ya que el empleado nocturno se había reportado como enfermo, en ese momento la cólera se apodero de mi porque realmente ya estaba muy cansado y quería retirarme a mi casa pero tendría que quedarme hasta las 7 de la mañana, la hora en el que el turno nocturno finaliza, después de hacer una pequeña rabieta asimile que me quedaría toda la noche, para ese momento ya había olvidado a la niña de la habitación número 124, pero alrededor de las 11 la recordé, la pareja aún no regresaba y con eso la duda volvió a mí, después de unos momentos y tras haberme comunicado con mi madre para decirle que no llegaría a dormir, empezaron a suceder cosas extrañas, mientras hablaba con mi madre escuche claramente como alguien con tacones bajaba por las escaleras.



Decidí terminar la llamada con mi madre para atender a las personas que bajaban pero al cabo de un par de minutos no bajo nadie, me hice el desentendido por un momento y unos minutos después volvió a suceder el taconeo, en ese momento recordé que no había subido ninguna mujer con zapatillas en el turno de la tarde o bueno según lo que yo recordaba, mientras hacía memoria de los huéspedes que habían pasado dentro de mi turno se escuchó el llanto de la niña, no sabía que hacer pues no podía entrar a la habitación, solo quedaba esperar que los padres regresaran, pasaron alrededor de 4 horas y los huéspedes del 124 no volvían, la niña lloraba y se lamentaba por lapsos, para mi suerte no había muchos clientes esa noche, pero los pocos bajaron a quejarse que el llanto de la niña no los dejaba dormir, alrededor de las 3:30 de la madrugada lo que sucedió hizo que se me helara la piel.



Las puertas cuatro puertas del piso de abajo se abrieron simultáneamente y las televisiones de dichas habitaciones se encendieron en el canal 93, en ese momento tenía demasiado miedo y los llantos volvieron, no podía dejar los televisores encendidos entonces entre a cada habitación a apagarlos y cerrar los cuartos, ya en la última habitación al apagar el televisor pude ver en el reflejo de esta misma a una niña parada en la entrada del cuarto, sentí como mi respiración se volvía pesada y mis manos temblaban al voltear a ver con dirección a la puerta, la niña no estaba, quise correr para ver a la niña, pero antes de llegar a la puerta esta se cerró en mi cara, traté de abrirla, pero estaba se había atorado, cuando logre abrir todo parecía estar normal y por esa noche ya no hubo más sucesos extraños, al llegar la mañana, junto con la persona recibiría el turno, le conté todo lo sucedido y decidimos abrir la habitación 124 ya que no habían regresado los padres de la supuesta niña, aunque yo ya imaginaba que la encontraríamos vacía y así fue, al abrir no había nadie, en ese momento volví a sentir un escalofrió recorrer mi espalda.

Mi relevo solo me dijo:

– ¿Era una niña con un vestido color amarillo?

A lo que respondí que sí, preguntando como sabia eso, y el respondió.

Esa niña acostumbra aparecer por aquí, a veces solo son risitas, pero otras veces si te espanta de una forma canija, sabiendo esto no quería seguir trabajando ahí pero mi madre se negó a que abandonara el trabajo, a la semana después del primer suceso me cambiaron al turno nocturno y puedo afirmar que ha sido la peor semana de mi vida, no dormía bien y fui espantado en varias ocasiones pero las experiencias más fuertes sucedieron dos días seguidos, en la recepción el compañero de la tarde era muy católico, al tal grado de dejar una biblia abierta sobre el mostrador para alejar al malévolo como él decía, aproximadamente a la 1 de la madrugada me disponía a dormir un poco, apagué el televisor y pude observar como la biblia que estaba sobre el mostrador empezó a temblar.



Yo solo pude pensar en “Chin ya va a empezar esto” cuando me dispuse a tomar la biblia esta se cerró de forma estrepitosa y después cayó al piso, cuando el levante escuche de nuevo los tacones bajando por las escaleras, me arme de valor y me acerque para ver a quien bajaba, esperé unos 10 minutos parado junto a la puerta, pero nadie bajo, cansado decidí acostarme un rato y fue entonces cuando al dar la espalda a la escalera escuché un grito de un hombre en el segundo piso, subí corriendo para ver que ocurría, los gritos venían de la habitación 127, afuera de esta estaba un hombre muy espantado y me decía –Joven no me lo va a creer, pero había una niña sentada en mi cama.

Me levanto el ruido de unos tacones y cuando abrí los ojos ahí estaba la niña.

Le dije que se calmara que tal vez fue un mal sueño el me repitió que no fue un sueño y que la niña si estaba ahí.

Al cabo de 20 minutos tomo sus cosas y decidió dejar el hotel. No sé qué paso realmente pero el hombre bajo muy espantado, tampoco sé que le pudo haber dicho o echo la niña, esa noche transcurrió con normalidad después de ese evento, pero la gota que derramo el vaso fue lo que sucedió a la noche siguiente, todo iba de forma normal hasta la media noche, yo había decidido llevar un poco de agua bendita y un rosario conmigo, hice un par de oraciones y me dispuse a dormir, ya estaba dormitando cuando escuché un ruido en la recepción, quiero aclarar que el lugar donde dormía no estaba en la recepción sino en una pequeña bodega detrás de ella, después de esta aclaración y volviendo al relato, escuché un ruido que se me hizo extraño y lo primero que pensé es que algún huésped está despierto y tal vez necesita algo.



Me levante con mucho cansancio y me dirigí a la recepción para mi sorpresa no había nada, lo único que note fue que un pesado banco de metal había sido movido unos centímetros, sentí la sensación gélida en la piel, pero decidí volver a recostarme después de esto, volví a quedarme casi dormido cuando escuchó claramente como arrastraban el banco.

Me levante rápidamente solo para ver el banco en el suelo.

Decidí ya no hacer caso y decir en voz un poco subida de todo dije

“NO EMPIECEN A MOLESTAR QUE TENGO MUCHO SUEÑO”

La verdad ya me empezaba a hartar de eso, decidí acostarme de nuevo, estaba a punto a de dormir cuando sentí como la cama se movía, me levanté y dije otra maldición y pensé ¿Y si no son fantasmas y es un temblor?

Pasaron unos segundos y esto paro, no decidí salir pues nadie se había levantado, ningún cliente se asomó ni nada así que me volví a acostar, al cabo de unos minutos se volvió a sacudir y pensé que tal vez era “¿otra replica?” me levanté y volví a recostarme, ya casi me dormía cuando sentí el mover de la cama más fuerte, esta vez no me quise para por el cansancio, pero al abrir los ojos vi frente a mí una sombra alta que estiraba sus dos manos hacia mí, no me podía moverme, sentí que mi corazón se podía parar de un momento a otro y fue entonces que escuché una voz detrás de mí

“Te voy a seguir chingando”.

Después de esto me pude levantar, obviamente salí corriendo a la calle y encendí un cigarrillo, después otro y así sucesivamente hasta terminar mi cajetilla, ya no quería estar ahí, antes de entrar de nuevo al hotel un poco más calmado vi en la escalera una sombra a la cual no le vi el rostro, pero sabía que me observaba.

Esa noche no pude dormir para nada.

A la mañana siguiente antes de irme a la escuela le dije a mi madre que yo ni loco regresaba a ese hotel, hable con el que era mi jefe solo para agradecer y dar mi renuncia, aun hoy en día cada vez que cuento esto siento un escalofrió en mi cuerpo.



Puedes escuchar el relato dando play al vídeo.

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