El Abuelo
EL ABUELO
Relato basado en experiencias reales de Dinorah Ramos
Escrito y Adaptado por Eduardo LiƱan
Describir como era mi abuelo es algo complicado, me daba miedo. Mi papĆ” lo trajo a vivir con nosotros despuĆ©s de morir mi abuela. Lo acomodó en un cuarto donde mi mamĆ” guardaba sus cosas de costura y desde que llegó las cosas cambiaron mucho en la casa. Sobre todo para mĆ, casi nunca habĆa tenido contacto con Ć©l, salvo algunas veces en navidad o aƱo nuevo fuera de eso me causaba mucha inquietud.
Le habĆan cortado ambas piernas por lo que se desplazaba en silla de ruedas y habĆa que atenderlo en casi o todas sus necesidades, por lo que acercarme a dejarle la comida o vasos de agua para que se tomara sus medicinas era repulsivo para mĆ por el hedor a orines y excremento que despedĆa. Su rostro era un cĆŗmulo de arrugas y cicatrices que habĆa adquirido durante su juventud; habĆa quedado ciego de un ojo y solo tenĆa la cuenca vacĆa que disimulaba con un parche que lo hacĆa parecer aun mĆ”s siniestro. Su carĆ”cter irascible no le ayudaba, hablaba con groserĆas y a mĆ me trataba como una cualquiera, quizĆ”s por eso lleguĆ© a odiarlo, mis padres eran muy tolerantes con Ć©l por su edad; pero yo no solo soportaba, el entrar en su cuarto y tratar de asearlo en compaƱĆa de mi mamĆ” era una tortura. El hablar con Ć©l era insoportable por el tufo a suciedad que despedĆa su aliento y la baba que a veces le salĆa por la falta de dientes. Eso era demasiado para mĆ.
Cierto dĆa que mis papĆ”s lo llevaron a inscribir en un programa social, necesitaban unos documentos que se encontraban en su casa; por lo que me mandaron por ellos. Estaba algo retirado por lo que le pedĆ a una amigas del Conalep que me acompaƱaran. La casa de mis abuelos era un vieja construcción que databa de los aƱos 50s, apenas entrabas y te sumĆas en un mundo extraƱo y viejo, con recuerdos por todos lados y cosas raras que inundaban la casa con un aire de misticismo horrible que no sabrĆa como describirlo; pero daba pavor estar ahĆ sola. El olor a humedad mezclado con polvo te hacia estornudar y sentir nauseas, mis amigas decidieron esperar afuera, al ver lo que habĆa dentro sintieron miedo. Yo me dirigĆ a la habitación que habĆa sido de mis abuelos. Al entrar pude percatarme que estaba llena de basura y excrementos de gato, el olor era nauseabundo. AbrĆ a la cómoda en donde supuestamente estaban esos papeles y enseguida que la abrĆ los encontrĆ©, intentĆ© salir corriendo de ahĆ; pero antes de eso algo llamo mi atención.
EscuchĆ© como un sonido peculiar que venĆa de un armario grande que estaba por un lado de la cama, la puerta estaba entreabierta y mi curiosidad venció a mis ganas de salir corriendo de la habitación. Me acerquĆ© lentamente para ver de donde provenĆa ese sonido como de campanillas y abrĆ una de las puertas, el rechinido que hizo me puso en alerta. Dentro solo habĆa ropa vieja, zapatos y cosas de los abuelos; pero por un lado parecĆa haber otra puertita de donde salĆa el sonido. Luego de destrabar la puertita el miedo me invadió. Dentro de ese armario parecĆa haber una especie de altar con figuritas horribles y fetiches hechos de cabellos y cosas asquerosas. El ruido era de una cajita musical que parecĆa haberse activado, quise cerrar todo eso y salir corriendo y entonces algo salió de entre una cortinilla negra que estaba detrĆ”s del altar.
Era un rostro horripilante hecho de cartón, con pelos y unos cuernos que parecĆan ser reales que hizo que pegara un grito y taparme la cara. Luego de verlo detenidamente me di cuenta que era como un muƱeco siniestro que representaba a un demonio y que parecĆa observarme detenidamente y reĆrse. Mi corazón se aceleró y di un salto atrĆ”s y eso hizo que perdiera el equilibrio y cayera. La inercia de la caĆda hizo que me agarrara de un vestido y todo se vino conmigo, el armario cayó encima de mĆ y la figura quedó pegada a mi cara y cuerpo. Por unos instantes pude notar que aquello estaba caliente y eso me atemorizó aun mas, como pude logrĆ© liberarme y salĆ corriendo dejando el desastre atrĆ”s, cuando mis amigas me vieron toda pĆ”lida se asustaron y me preguntaron que habĆa pasado. “Nada” les respondĆ y nos fuimos.
Esa noche que cenĆ”bamos el abuelo parecĆa observarme detenidamente con su horrible cara; pero habĆa algo extraƱo en su rostro, era como de coraje, en su ojo se reflejaba un odio, que me heló la sangre, por un momento pensĆ© que quizĆ”s sabia todo lo que habĆa pasado en su casa y todo lo que rompĆ. Eso me hizo pararme de la mesa y correr a mi cuarto. Mas tarde y despuĆ©s de despedir a mi novio, me quedĆ© viendo la televisión en la sala y el sueƱo me venció, durante la madrugada sentĆ frĆo en la piernas y me tapĆ©, estando adormilada sentĆ que la sabana se cayó y de nueva cuenta sentĆ helado; pero tenĆa mucho sueƱo y tome un cojĆn y lo coloquĆ© entre mis piernas para dormir, luego de un rato, mi corazón se aceleró al sentir algo que me tocaba las nalgas con firmeza y de una forma muy incómoda. Sobresaltada me levanto y lo primero que veo es una sombra delante de mĆ, el miedo me invadió y luego sentir repugnancia y ganas de vomitar, al ver que la sombra era mi abuelo sentado en su silla de ruedas.
-¿Te gustó eso putita?¿Verdad que no?, no vuelvas a meterte conmigo perra, ni con mis cosas. Ahora que me regrese a mi casa, vas a ver para que naciste, maldita- Me dijo el anciano con una voz rasposa y llena de odio.
El odio me invadió y no lo aguantĆ©, comencĆ© a reclamarle el haberme tocado y nos hicimos de palabras, antes de que pudiera decirle mĆ”s cosas, se abalanzó sobre mĆ y me tomó del cuello con sus manos callosas y comenzó a ahorcarme. La sensación fue horrible. Estaba sobre de mi intentando matarme y no podĆa gritar o decir nada, el aire me abandonaba y sentĆa calambres por toda la cabeza, cuando comencĆ© a ver destellos, la luz se encendió y sentĆ alivio. Eran mis padres que habĆan escuchado el escĆ”ndalo y fueron a ver que sucedĆa. El abuelo estaba tirado en el suelo doliĆ©ndose y mis padres comenzaron a reclamarme porque lo habĆa tirado de la silla. Aun sin aliento quise explicarles; pero no me hicieron caso. Aquello fue demasiado para mi, esa noche no pude dormir.
Los dĆas pasaron y la tensión iba en aumento, aunque el maldito viejo no me decĆa nada, su mirada hacia a mi era de un aversión indescriptible. Nos aborrecĆamos mutuamente. Ya no cenaba en familia, me la pasaba encerrada en mi cuarto y evitaba encontrĆ”rmelo. Mi mamĆ” una noche me reclamó,tuvimos una discusión y nos dijimos muchas cosas hirientes. Con mi padre y mis hermanos las cosas no iban mejor, el ambiente en la casa comenzó ponerse horrible e intuĆa que era la influencia de mi abuelo. Una noche mis padres me despertaron y estaban algo alterados; mi abuelo habĆa tenido una crisis diabĆ©tica y lo llevaban al hospital de urgencia. Yo no me despertĆ©, seguĆ durmiendo, en el fondo deseaba que no regresara a la casa.
Seria de madrugada cuando me despertĆ© sĆŗbitamente, habĆa tenido una pesadilla. Luego de tranquilizarme, notĆ© que todo estaba a obscuras y me levante al baƱo. RevisĆ© que mis hermanos estuvieran dormidos y regresĆ© a mi cuarto. Apenas iba agarrando el sueƱo y mis ojos comenzaban a pesarme cuando sentĆ que algo se postró sobre mi y luego escuchĆ© un susurro en mi oĆdo que me hizo estremecer, incluso pude sentir el aliento cĆ”lido de algo que me hablaba y me decĆa
“Aqui te espero”
AbrĆ los ojos y saltĆ© de la cama para ver que no hubiera nadie , estaba sola y no podĆa ver nada de lo obscuro que estaba, encendĆ las luces y no habĆa nada en la habitación. IntentĆ© tranquilizarme pensando que quizĆ”s habĆa sido mi imaginación y resultado de la pesadilla. De pronto escuchĆ© algo que venĆa de la entrada de la casa. CaminĆ© sigilosamente y sin hacer ruido, estaba temblando de miedo; pero no podĆa dejar pasar eso. Conforme iba caminando, iba encendiendo las luces; al llegar a la sala todo estaba en silencio y tranquilo. ApaguĆ© las luces de la sala y me di la media vuelta para regresar a mi habitación. PensĆ© que todo era un invento de mi cabeza y que el maldito de mi abuelo querĆa seguirme fastidiando.
Mis piernas y todo mi ser se petrificó al ver que habĆa alguien al fondo del pasillo, la tenue luz de mi habitación, apenas iluminaba y solo se veĆa una sombra de una persona que parecĆa estar de pie el fondo del pasillo. Mi corazón comenzó a latir aceleradamente y empecĆ© a sudar copiosamente al tiempo que intentaba jalar aire; en mi garganta comencĆ© a sentir dolor por el grito atorado que no podĆa dejar salir. Cuando mis ojos comenzaron a enfocar y a acostumbrarse a la falta de luz, vi con horror que la persona que estaba de pie al fondo del pasillo era mi abuelo, era imposible. TenĆa ese maldito rostro de odio y su ojo sano parecĆa salirse de su cuenca al verme con una mirada asesina, sus facciones reflejaban un profundo odio que hizo que comenzara a temblar. Como pude cerrĆ© mis ojos para no verlo y comencĆ© a orinarme encima cuando lo sentĆ venir. Mi nariz comenzó a oler esa hediondez que lo caracterizaba, a mierda y orines rancios. Pasó un largo rato y el silencio me invadió, mis sollozos desesperados y mi sentido de conservación hizo que tomara fuerzas y abrĆ mis ojos para ver que no hubiera nadie. SentĆ algo de alivio; pero esa sensación horrible no me dejó. EmpecĆ© a caminar lentamente hacia mi habitación. En instantes, detrĆ”s de mi escuchĆ© una risa extraƱa, era como un gruƱido mezclado con una risa burlona como un susurro. Aun con la tembladera y llorando sin control, intentaba jalar aire y voltee lentamente. Frente a mi estaba aquella horripilante figura del demonio hecho de cartón y pelos que habĆa dejado en la casa de mi abuelo; pero ese parecĆa real, se movĆa. Sus ojos saltones desprovistos de parpados parecĆan moverse para verme con una lujuria enferma, mientras me sonreĆa con unos dientes manchados y una risa morbosa y burlona. AhĆ no pude mĆ”s, mis piernas se doblaron y me arrastrĆ© hasta mi habitación. CerrĆ© mi puerta y me metĆ en mi cama tapĆ”ndome con la sĆ”bana, como si aquello me protegiera del mal que estaba en mi casa, no pensĆ© nada, ni siquiera en mis hermanos. IntentĆ© recordar algo de Dios; pero en las misas siempre me la pasaba texteando. No recordaba nada. Entonces notĆ© como la luz del pasillo se encendĆa y comencĆ© a sollozar mas desesperadamente. El aire comenzó a faltarme y de pronto sentĆ que una mano me tocaba y me quitaba la sĆ”bana, no pude mĆ”s y gritĆ©. El ruido que hice se escuchó por toda la casa y trataba de defenderme de algo que intentaba tocarme. Cuando estuve a punto de colapsar, notĆ© que decĆan mi nombre y en la desesperación vi que eran mis padres los que estaban ahĆ intentando calmarme. Mis gritos los alertaron y me decĆan que todo estaba bien, que estaba soƱando. Los vi con desasosiego y luego de un rato los abracĆ©. Mi papĆ” se veĆa alterado y mi mamĆ” parecĆa que habĆa estado llorando.
-¿Que sucede? – PreguntĆ© entre lagrimas y con la voz temblorosa
-Es tu abuelo, murió hace unos momentos en la clĆnica de un infarto – Me dijo mi papĆ” con la voz entrecortada.
El horror me invadió de nuevo y comencĆ© a temblar al recordar todo lo que habĆa visto, estaba segura que no lo habĆa soƱado, habĆa sido real, todo. Estaba totalmente empapada de mis propios orines y aun permanecĆa la peste extraƱa a excremento en el ambiente. No quise decirles nada a mis padres para no agobiarlos mĆ”s; pero estaba asustada. IntentĆ© darle una explicación a lo sucedido; pero lo que vi fue real. Las sensaciones, el miedo, el frio todo habĆa sido real. Luego del funeral , mis padres decidieron cremarlo esa habĆa sido la Ćŗltima voluntad del abuelo. Sus cenizas descansan en una urna dentro de un trinchador en la sala de mi casa. En espera de ser regadas en el patio de su casa. La cual y para hacer todo esto mĆ”s extraƱo se quemó; el fuego consumió todo lo que habĆa en la habitación donde habĆa encontrado el altar y todo lo demĆ”s. No era casualidad lo intuĆa. Ahora duermo con mis hermanos, mis padres no se explican por quĆ©. No quiero contarles nada porque sĆ© que no me creerĆ”n; pero a veces puedo sentir el olor nauseabundo de mi abuelo a mi alrededor y la extraƱa presencia del mal entre las sombras de la casa.

Si copias o compartes este relato, menciona y cita los crƩditos correspondientes.
~Eduardo LiƱƔn
Relato basado en experiencias reales de Dinorah Ramos
Escrito y Adaptado por Eduardo LiƱan
Describir como era mi abuelo es algo complicado, me daba miedo. Mi papĆ” lo trajo a vivir con nosotros despuĆ©s de morir mi abuela. Lo acomodó en un cuarto donde mi mamĆ” guardaba sus cosas de costura y desde que llegó las cosas cambiaron mucho en la casa. Sobre todo para mĆ, casi nunca habĆa tenido contacto con Ć©l, salvo algunas veces en navidad o aƱo nuevo fuera de eso me causaba mucha inquietud.
Le habĆan cortado ambas piernas por lo que se desplazaba en silla de ruedas y habĆa que atenderlo en casi o todas sus necesidades, por lo que acercarme a dejarle la comida o vasos de agua para que se tomara sus medicinas era repulsivo para mĆ por el hedor a orines y excremento que despedĆa. Su rostro era un cĆŗmulo de arrugas y cicatrices que habĆa adquirido durante su juventud; habĆa quedado ciego de un ojo y solo tenĆa la cuenca vacĆa que disimulaba con un parche que lo hacĆa parecer aun mĆ”s siniestro. Su carĆ”cter irascible no le ayudaba, hablaba con groserĆas y a mĆ me trataba como una cualquiera, quizĆ”s por eso lleguĆ© a odiarlo, mis padres eran muy tolerantes con Ć©l por su edad; pero yo no solo soportaba, el entrar en su cuarto y tratar de asearlo en compaƱĆa de mi mamĆ” era una tortura. El hablar con Ć©l era insoportable por el tufo a suciedad que despedĆa su aliento y la baba que a veces le salĆa por la falta de dientes. Eso era demasiado para mĆ.
Cierto dĆa que mis papĆ”s lo llevaron a inscribir en un programa social, necesitaban unos documentos que se encontraban en su casa; por lo que me mandaron por ellos. Estaba algo retirado por lo que le pedĆ a una amigas del Conalep que me acompaƱaran. La casa de mis abuelos era un vieja construcción que databa de los aƱos 50s, apenas entrabas y te sumĆas en un mundo extraƱo y viejo, con recuerdos por todos lados y cosas raras que inundaban la casa con un aire de misticismo horrible que no sabrĆa como describirlo; pero daba pavor estar ahĆ sola. El olor a humedad mezclado con polvo te hacia estornudar y sentir nauseas, mis amigas decidieron esperar afuera, al ver lo que habĆa dentro sintieron miedo. Yo me dirigĆ a la habitación que habĆa sido de mis abuelos. Al entrar pude percatarme que estaba llena de basura y excrementos de gato, el olor era nauseabundo. AbrĆ a la cómoda en donde supuestamente estaban esos papeles y enseguida que la abrĆ los encontrĆ©, intentĆ© salir corriendo de ahĆ; pero antes de eso algo llamo mi atención.
EscuchĆ© como un sonido peculiar que venĆa de un armario grande que estaba por un lado de la cama, la puerta estaba entreabierta y mi curiosidad venció a mis ganas de salir corriendo de la habitación. Me acerquĆ© lentamente para ver de donde provenĆa ese sonido como de campanillas y abrĆ una de las puertas, el rechinido que hizo me puso en alerta. Dentro solo habĆa ropa vieja, zapatos y cosas de los abuelos; pero por un lado parecĆa haber otra puertita de donde salĆa el sonido. Luego de destrabar la puertita el miedo me invadió. Dentro de ese armario parecĆa haber una especie de altar con figuritas horribles y fetiches hechos de cabellos y cosas asquerosas. El ruido era de una cajita musical que parecĆa haberse activado, quise cerrar todo eso y salir corriendo y entonces algo salió de entre una cortinilla negra que estaba detrĆ”s del altar.
Era un rostro horripilante hecho de cartón, con pelos y unos cuernos que parecĆan ser reales que hizo que pegara un grito y taparme la cara. Luego de verlo detenidamente me di cuenta que era como un muƱeco siniestro que representaba a un demonio y que parecĆa observarme detenidamente y reĆrse. Mi corazón se aceleró y di un salto atrĆ”s y eso hizo que perdiera el equilibrio y cayera. La inercia de la caĆda hizo que me agarrara de un vestido y todo se vino conmigo, el armario cayó encima de mĆ y la figura quedó pegada a mi cara y cuerpo. Por unos instantes pude notar que aquello estaba caliente y eso me atemorizó aun mas, como pude logrĆ© liberarme y salĆ corriendo dejando el desastre atrĆ”s, cuando mis amigas me vieron toda pĆ”lida se asustaron y me preguntaron que habĆa pasado. “Nada” les respondĆ y nos fuimos.
Esa noche que cenĆ”bamos el abuelo parecĆa observarme detenidamente con su horrible cara; pero habĆa algo extraƱo en su rostro, era como de coraje, en su ojo se reflejaba un odio, que me heló la sangre, por un momento pensĆ© que quizĆ”s sabia todo lo que habĆa pasado en su casa y todo lo que rompĆ. Eso me hizo pararme de la mesa y correr a mi cuarto. Mas tarde y despuĆ©s de despedir a mi novio, me quedĆ© viendo la televisión en la sala y el sueƱo me venció, durante la madrugada sentĆ frĆo en la piernas y me tapĆ©, estando adormilada sentĆ que la sabana se cayó y de nueva cuenta sentĆ helado; pero tenĆa mucho sueƱo y tome un cojĆn y lo coloquĆ© entre mis piernas para dormir, luego de un rato, mi corazón se aceleró al sentir algo que me tocaba las nalgas con firmeza y de una forma muy incómoda. Sobresaltada me levanto y lo primero que veo es una sombra delante de mĆ, el miedo me invadió y luego sentir repugnancia y ganas de vomitar, al ver que la sombra era mi abuelo sentado en su silla de ruedas.
-¿Te gustó eso putita?¿Verdad que no?, no vuelvas a meterte conmigo perra, ni con mis cosas. Ahora que me regrese a mi casa, vas a ver para que naciste, maldita- Me dijo el anciano con una voz rasposa y llena de odio.
El odio me invadió y no lo aguantĆ©, comencĆ© a reclamarle el haberme tocado y nos hicimos de palabras, antes de que pudiera decirle mĆ”s cosas, se abalanzó sobre mĆ y me tomó del cuello con sus manos callosas y comenzó a ahorcarme. La sensación fue horrible. Estaba sobre de mi intentando matarme y no podĆa gritar o decir nada, el aire me abandonaba y sentĆa calambres por toda la cabeza, cuando comencĆ© a ver destellos, la luz se encendió y sentĆ alivio. Eran mis padres que habĆan escuchado el escĆ”ndalo y fueron a ver que sucedĆa. El abuelo estaba tirado en el suelo doliĆ©ndose y mis padres comenzaron a reclamarme porque lo habĆa tirado de la silla. Aun sin aliento quise explicarles; pero no me hicieron caso. Aquello fue demasiado para mi, esa noche no pude dormir.
Los dĆas pasaron y la tensión iba en aumento, aunque el maldito viejo no me decĆa nada, su mirada hacia a mi era de un aversión indescriptible. Nos aborrecĆamos mutuamente. Ya no cenaba en familia, me la pasaba encerrada en mi cuarto y evitaba encontrĆ”rmelo. Mi mamĆ” una noche me reclamó,tuvimos una discusión y nos dijimos muchas cosas hirientes. Con mi padre y mis hermanos las cosas no iban mejor, el ambiente en la casa comenzó ponerse horrible e intuĆa que era la influencia de mi abuelo. Una noche mis padres me despertaron y estaban algo alterados; mi abuelo habĆa tenido una crisis diabĆ©tica y lo llevaban al hospital de urgencia. Yo no me despertĆ©, seguĆ durmiendo, en el fondo deseaba que no regresara a la casa.
Seria de madrugada cuando me despertĆ© sĆŗbitamente, habĆa tenido una pesadilla. Luego de tranquilizarme, notĆ© que todo estaba a obscuras y me levante al baƱo. RevisĆ© que mis hermanos estuvieran dormidos y regresĆ© a mi cuarto. Apenas iba agarrando el sueƱo y mis ojos comenzaban a pesarme cuando sentĆ que algo se postró sobre mi y luego escuchĆ© un susurro en mi oĆdo que me hizo estremecer, incluso pude sentir el aliento cĆ”lido de algo que me hablaba y me decĆa
“Aqui te espero”
AbrĆ los ojos y saltĆ© de la cama para ver que no hubiera nadie , estaba sola y no podĆa ver nada de lo obscuro que estaba, encendĆ las luces y no habĆa nada en la habitación. IntentĆ© tranquilizarme pensando que quizĆ”s habĆa sido mi imaginación y resultado de la pesadilla. De pronto escuchĆ© algo que venĆa de la entrada de la casa. CaminĆ© sigilosamente y sin hacer ruido, estaba temblando de miedo; pero no podĆa dejar pasar eso. Conforme iba caminando, iba encendiendo las luces; al llegar a la sala todo estaba en silencio y tranquilo. ApaguĆ© las luces de la sala y me di la media vuelta para regresar a mi habitación. PensĆ© que todo era un invento de mi cabeza y que el maldito de mi abuelo querĆa seguirme fastidiando.
Mis piernas y todo mi ser se petrificó al ver que habĆa alguien al fondo del pasillo, la tenue luz de mi habitación, apenas iluminaba y solo se veĆa una sombra de una persona que parecĆa estar de pie el fondo del pasillo. Mi corazón comenzó a latir aceleradamente y empecĆ© a sudar copiosamente al tiempo que intentaba jalar aire; en mi garganta comencĆ© a sentir dolor por el grito atorado que no podĆa dejar salir. Cuando mis ojos comenzaron a enfocar y a acostumbrarse a la falta de luz, vi con horror que la persona que estaba de pie al fondo del pasillo era mi abuelo, era imposible. TenĆa ese maldito rostro de odio y su ojo sano parecĆa salirse de su cuenca al verme con una mirada asesina, sus facciones reflejaban un profundo odio que hizo que comenzara a temblar. Como pude cerrĆ© mis ojos para no verlo y comencĆ© a orinarme encima cuando lo sentĆ venir. Mi nariz comenzó a oler esa hediondez que lo caracterizaba, a mierda y orines rancios. Pasó un largo rato y el silencio me invadió, mis sollozos desesperados y mi sentido de conservación hizo que tomara fuerzas y abrĆ mis ojos para ver que no hubiera nadie. SentĆ algo de alivio; pero esa sensación horrible no me dejó. EmpecĆ© a caminar lentamente hacia mi habitación. En instantes, detrĆ”s de mi escuchĆ© una risa extraƱa, era como un gruƱido mezclado con una risa burlona como un susurro. Aun con la tembladera y llorando sin control, intentaba jalar aire y voltee lentamente. Frente a mi estaba aquella horripilante figura del demonio hecho de cartón y pelos que habĆa dejado en la casa de mi abuelo; pero ese parecĆa real, se movĆa. Sus ojos saltones desprovistos de parpados parecĆan moverse para verme con una lujuria enferma, mientras me sonreĆa con unos dientes manchados y una risa morbosa y burlona. AhĆ no pude mĆ”s, mis piernas se doblaron y me arrastrĆ© hasta mi habitación. CerrĆ© mi puerta y me metĆ en mi cama tapĆ”ndome con la sĆ”bana, como si aquello me protegiera del mal que estaba en mi casa, no pensĆ© nada, ni siquiera en mis hermanos. IntentĆ© recordar algo de Dios; pero en las misas siempre me la pasaba texteando. No recordaba nada. Entonces notĆ© como la luz del pasillo se encendĆa y comencĆ© a sollozar mas desesperadamente. El aire comenzó a faltarme y de pronto sentĆ que una mano me tocaba y me quitaba la sĆ”bana, no pude mĆ”s y gritĆ©. El ruido que hice se escuchó por toda la casa y trataba de defenderme de algo que intentaba tocarme. Cuando estuve a punto de colapsar, notĆ© que decĆan mi nombre y en la desesperación vi que eran mis padres los que estaban ahĆ intentando calmarme. Mis gritos los alertaron y me decĆan que todo estaba bien, que estaba soƱando. Los vi con desasosiego y luego de un rato los abracĆ©. Mi papĆ” se veĆa alterado y mi mamĆ” parecĆa que habĆa estado llorando.
-¿Que sucede? – PreguntĆ© entre lagrimas y con la voz temblorosa
-Es tu abuelo, murió hace unos momentos en la clĆnica de un infarto – Me dijo mi papĆ” con la voz entrecortada.
El horror me invadió de nuevo y comencĆ© a temblar al recordar todo lo que habĆa visto, estaba segura que no lo habĆa soƱado, habĆa sido real, todo. Estaba totalmente empapada de mis propios orines y aun permanecĆa la peste extraƱa a excremento en el ambiente. No quise decirles nada a mis padres para no agobiarlos mĆ”s; pero estaba asustada. IntentĆ© darle una explicación a lo sucedido; pero lo que vi fue real. Las sensaciones, el miedo, el frio todo habĆa sido real. Luego del funeral , mis padres decidieron cremarlo esa habĆa sido la Ćŗltima voluntad del abuelo. Sus cenizas descansan en una urna dentro de un trinchador en la sala de mi casa. En espera de ser regadas en el patio de su casa. La cual y para hacer todo esto mĆ”s extraƱo se quemó; el fuego consumió todo lo que habĆa en la habitación donde habĆa encontrado el altar y todo lo demĆ”s. No era casualidad lo intuĆa. Ahora duermo con mis hermanos, mis padres no se explican por quĆ©. No quiero contarles nada porque sĆ© que no me creerĆ”n; pero a veces puedo sentir el olor nauseabundo de mi abuelo a mi alrededor y la extraƱa presencia del mal entre las sombras de la casa.
Si copias o compartes este relato, menciona y cita los crƩditos correspondientes.
~Eduardo LiƱƔn
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