SACRIFICIO

SACRIFICIO
Relato basado en hechos reales
Escrito y Adaptado por Eduardo Liñán

Esta historia sucede durante los años 80s en la Ciudad de México e involucra a un tío que conocí poco; pero era muy amable conmigo, en aquel tiempo tenía 17 años y mi tío al que llamaré Fernando tenía una relación con otro hombre llamado Sergio. Era un apestado por sus costumbres raras. La familia de mi papá y mis abuelos no lo toleraban y hablaban poco de él y se habían desentendido cuando dio muestras de sus preferencias sexuales. Con el tiempo hizo su propio camino y gracias a que asistía a círculos y fiestas gay en la ciudad es que se había hecho de una relación con ese hombre el cual lo trataba mal y lo explotaba; pero aun así lo amaba y Sergio se satisfacía sexualmente con mi tío porque era bien parecido y tenía un buen trabajo que le permitía darse ciertos lujos y viajar por el mundo.

La relación amor – odio que llevaban cada vez era peor. Ambos protagonizaban escándalos y escenas de celos que a veces eran encarcelados por rijosos. La vida de ambos continuo siendo un exceso de drogas, violencia domestica y situaciones por los que invariablemente mi tío perdió su trabajo. A raíz de esa situación se vio mezclado con gente muy peligrosa y practicante de brujería. A la que su novio Sergio lo llevó para lograr conseguir de nuevo trabajo y que la suerte le cambiara. Al principio parecía algo inofensivo pero el carácter amable y servicial del tío comenzó a cambiar. Su aspecto se volvió algo más inquietante y su casa estaba llena de cosas esotéricas y parafernalia satánica que inquietaba. Cada semana hacia sesiones de adoración al maligno que terminaban en orgías donde había violencia y prácticas sexuales extremas. La mente de mi tío comenzó a volverse tan inestable que se vio involucrado en un asesinato de lujuria homosexual en una sesión donde los participantes presuntamente convinieron en un pacto de suicidio. Sin embargo mi tío lejos que querer morir, actuó como un perverso sexual a razón de unos planes raros que tenía en mente.

La relación de mi tío y Sergio tenia ya unos 10 años, durante ese tiempo habían permanecido juntos a pesar de todo y querían afianzar esa relación en la muerte, sus mentes torcidas por el adoctrinamiento de la secta a la que pertenecían y las drogas empleadas, los llevaron a hacer un ritual en la casa de uno de los miembros de la secta en donde habían pactado que mi tío mataría a Sergio y después el se suicidaría. Llegado el día, arribaron a la casa que había sido dispuesta para el pacto, el dueño no estaría y todo seria fácil. Después de tener sexo por última vez, mi tío colgó a Sergio de los pies y lo comenzó a apuñalar mientras estaba colgado, la sangre de su amante lo cubrió todo, luego de retorcerse y agonizar, finalmente murió; pero mi tío al verse cubierto de sangre y ver lo que había hecho, sintió una excitación tremenda y una lascivia por seguir gozando de aquel festín horrible. En vez de tomarse un veneno, decidió cortar partes del cuerpo de Sergio.

Al momento de pasar el cuchillo por las orejas de su amante, aquellas fantasías que había tenido de cortarlo se hicieron realidad, se masturbaba con esas ideas. Eventualmente mi tío fue detenido por el crimen que cometió y en sus declaraciones mencionó que una vez que cortó las orejas de Sergio, le siguieron el pene, los testículos y parte de su pierna que masticó aun estando crudos. Cuando sacó los intestinos de igual manera los chupó y se masturbo con ellos. Después de sacar todos los órganos del cuerpo de su amante, lo descolgó y lo colocó en el piso para tener sexo con él, durante toda esa noche tuvo una orgia sexual perversa con los restos de su amante. Por la mañana intentó de nuevo hacerlo; pero el cuerpo comenzaba a descomponerse y apestar. Cuando fue descubierto por el dueño de la casa que llegó de improviso y ver el horror que se había cometido, llamó a la policía y mi tío fue detenido. La familia se deslindó de él y lo desconoció a excepción de mi, que lo iba a ver y a llevarle algunas cosas a la cárcel, platicaba con él en los días de visita y me contó la escalofriante historia de su vida y de cómo llego a matar al hombre que mas amaba. Días después de su juicio mi tío se suicidó de una manera extraña. Había traspasado su cabeza por los barrotes de la celda y se la aplasto de una manera imposible. Después de que fuera enterrado al ser el único pariente de él, reclamé sus pocas pertenencias y entre ellas estaba un diario. En él estaba el testimonio de todo lo que había hecho y como; pero además de eso, detalles de su estadía y prácticas horribles en aquella secta que se dedicaba a la adoración del diablo de una manera brutal. Aunque al leer todo aquel horror me daba cuenta que solo eran personas perturbadas sin ninguna clase de conocimiento que utilizaban el estandarte del satanismo en aras de tener orgias sexuales. Al leer todo el diario me detuve en un testimonio que me dejó impactado y es este:
“…Estado en ese sitio alejado de todo, me di cuenta que tenía que hacer lo que me habían pedido los maestros de la congregación, así que dispuse aquel sitio en el que muchas veces habíamos ido Sergio y yo… Coloqué el espejo frente a mí y regué la sal alrededor, posteriormente le enredé el hilo rojo y encendí las siete velas rojas que coloqué por fuera del circulo.

Lo siguiente era cometer un pecado mortal, como matar algo; pero dado que yo era una representación del pecado y había renegado de Dios en muchas ocasiones, mi sangre serviría para tal fin, así que la ofrecí gustoso a mi señor. Me hice una pequeña herida que dejó salir el liquido rojo y lo regué en el interior de aquel círculo, luego me quede fijamente viendo el espejo y cerré mis ojos. Desee, desee con toda mi alma el que el viniera, pasaron unos segundos que me parecieron eternos cuando sentí un golpe de aire caliente que retumbó la habitación. Al abrir los ojos vi mi reflejo; pero había algo en el que no estaba bien y eran los ojos. Eran un par de brillantes ojos, llenos de soberbia y carentes de cualquier compasión. El odio y la violencia que surgían de aquel destello horrible me hizo saber de inmediato que era él, el ángel caído. Satanás estaba frente a mí y lo que más deseaba era pedirle algo, algo intimo y personal que no diré. Así pues al estar ahí sin mover un solo músculo mentalmente escuché que era lo que más deseaba y de igual manera mentalmente le pedí lo que más anhelaba. Luego de un rato y de ver aquellos ojos, escuché unos ecos en mi cabeza eran cientos de voces que decían cosas que no alcanzaba a entender y al final cuando se callaron las voces solo escuche una que decía: “Mátalo…”

Al escuchar eso intuí que se refería a lo que más amaba y era a Sergio, era una tremenda prueba ;pero tenía que hacerlo si quería transcender y al final decidí que así seria, le haría hacer el pacto de suicidio y después aprovecharía eso para ofrecerlo al señor, no tenía nada más que hacer. Luego de aceptar, las veladoras se apagaron y sentí un viento helado recorrer mi espalda, enseguida los ojos llameantes se difuminaron y solo quedo mi reflejo. Todo había vuelto a la normalidad. Entonces comencé a planear el asesinato de Sergio…”

No sé si mi tío alcanzo lo que más deseaba y a qué precio, lo que si se es que después de leer su diario me he encontrado con cosas realmente aterradoras y por extraño que parezca me atrae la idea de contactar con un demonio, no por que quiera o desee algo, si no porque quiero saber si existe, verlo y preguntarle algunas cosas que rondan mi cabeza. Todo lo anterior sucedió y es real. Por lo que creo que el diablo también lo es…

2017 © Eduardo Liñán – Si lees este texto que he escrito yo, en otra página, sin mencionarme, es señal de que no me han pedido permiso para hacerlo. Sin la correspondiente mención o fuente, no se puede copiar ni reproducir, ni total ni parcialmente, ninguno de mis textos contenidos en esta web.

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